El jengibre es una raíz milagrosa, originaria del sudoeste asiático, concretamente de China y parte de India, crece en casi cualquier clima tropical por ello es que en la actualidad se le haya tan disperso. Esta planta es una de las más populares de la medicina tradicional china, y en ella el jengibre es conocido como Jiang, que significa "defender". Por tanto es considerado como una planta para defender el cuerpo de la humedad y el frío; actúa como antinflamatorio natural; y ayuda a combatir las enfermedades respiratorias. Los aceites volátiles son responsables de los efectos farmacológicos del jengibre así como de su olor y sabor característicos. Los principales componentes activos son el zingibereno y el bisaboleno, mientras que los principios pungentes- sustancias fenolicas se conocen como gingeroles, shogaoles y gingeronas. También posee sustancias fenólicas (denominadas gingeroles, shoagoles y gingeronas), enzimas proteolíticas, ácido linoleico, vitaminas (especialmente vitamina B6 y vitamina C) y minerales (calcio, magnesio, fósforo y potasio).
Beneficios:
- Mejora la absorción de nutrientes y facilita la digestión: El contenido de rizoma del jengibre estimula la secreción salival y gástrica, aumentando el tono de la musculatura intestinal y activando la peristalsis. Los gingeroles y shogaoles se han relacionado con la estimulación de la movilidad intestinal y, por lo tanto, con mejoras en la digestión.
- Fortalece el sistema inmunológico: Cuando se consume regularmente, el sistema inmunológico se fortalece y las defensas del organismo se mantienen fuertes frente a posibles infecciones, gripe, tos, resfriados o enfermedades crónicas.